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Saturday, December 09, 2006

Cuanto duele verse....

Para Jhon su vida de adolescencia no fue nada fácil, de niño había sido abandonado por su padre después de un episodio de violencia familiar, su madre tuvo que dejarlo a su vez bajo custodia de sus abuelos, mientras “rehacía” su vida en otro país y buscaba el sustento para mantener a su hijo.

En el tiempo en que su madre tuvo que partir, vivió el abuso sexual de su tío, quien reiterativamente lo buscaba bajo el pretexto de que ahora tenía “un nuevo papá y debía someterse a sus reglas”.

A sus 17 años su experiencia de vida era mayor a la de sus compañeros de escuela, mientras ellos se divertían jugando u organizando salidas con las niñas del colegio femenino, a él no le interesaban esas reuniones; por ello buscaba permanecer en el colegio para tardar su llegada a casa.

Todos lo consideraban homosexual, pero el vivía en medio de una real confusión frente a su identidad que no podía resolver sino por sí mismo. El permanente abuso que se hacía de su cuerpo ya había empezado a tener peso en su comportamiento, y en el reconocimiento de sí.

Publicado por Vaso dispuesto a las 6:34 AM,

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